Cinco documentales cómicos que no habías visto
La realidad también puede ser cómica. Incluso Aristóteles lo supo y escribió todo un tratado sobre el tema. Irónicamente, el texto se perdió, siendo quizá el gag más curioso de su vida. Guidedoc te trae cinco audaces documentales que utilzan el buen humor y la risa para contarnos pequeños y grandes dilemas humanos en diversas partes del mundo.
Please Vote for me de Weijun Chen (2007)
El director chino Weijun Chen retrata con un tono ligero y divertido la inédita elección democrática que tiene lugar en el microcosmos de un salón de clase de una escuela primaria de Wuhan, en China. Se trata de la primera vez que los alumnos podrán escoger a través del voto al compañero que será el monitor de su clase, un concepto democrático que causa confusión y curiosidad en niños nacidos en un país donde la cultura del voto popular es solo incipiente. De cara a la esperada elección, tres niños candidatos diseñan sus estrategias para captar electores durante una campaña electoral que se torna rápidamente voraz. Traiciones, discursos emotivos y hasta sobornos son acciones que parecen valer la pena para ser electo en esta especie de experimento de tercer grado para mostrarnos el show salvaje que termina siendo la democracia representativa de hoy en día.
Cane Toads: An Unnatural History de Mark Lewis (1988)
En 1935 los sapos de caña fueron introducidos en el norte de Australia para acabar con una plaga de escarabajos que amenazaba las plantaciones de azúcar en la zona. Irónicamente, la medicina terminó siendo peor que la enfermedad desde el momento en que los sapos, no satisfechos con erradicar al insecto, comenzaron a comerse todo lo que estuviera en su camino. En este documental veremos una cómica y acuciosa exploración al problema de los sapos de caña y su preocupante proliferación en todo norte de Australia cincuenta años después de su llegada. En un abordaje muy diferente al de un programa de National Geographic, el film recurre a encontrar el humor en la tragedia, principalmente en el raro y curioso comportamiento del sapo y en las diversas y tajantes opiniones de los habitantes norteños sobre lo que debe hacerse para acabar con esta plaga de pequeños invasores.
Men with Balls de Kristof Kovacs (2013)
Una cancha de tenis aterriza en el medio de la nada. Más específicamente, en Becens, un pequeño pueblo de Hungría en el que casi la totalidad de la población carece de un puesto de trabajo. Lo que empezó siendo un espacio donado por un fondo de ayuda económica se transforma en el punto de encuentro de los desocupados pobladores, quienes comienzan a entrenarse en su nuevo pasatiempo. El rápido desinterés en asistir a la cancha por parte de los habitantes y los continuos fracasos del pueblo en sostener un proyecto productivo son dos caras de la misma moneda: las inconsistencias de una sociedad de cara a su progreso económico. Un veterano coach de tenis y un pintoresco alcalde son los pilares entusiastas que hacen de este documental una pieza humorística sin desperdicio.
La Isla de las Flores de Jorge Furtado (1989)
La historia de un tomate desde su cosecha hasta su impredecible destino entre las inmundicias de un vertedero de Brasil se convierte en el irónico retrato de las consecuencias de los modelos de desarrollo de la modernidad en los países de la margen mundial. En solo trece minutos, un narrador explica con cinismo los procesos involucrados en el “viaje” del tomate, como si los espectadores fuéramos extraterrestres recién llegados al planeta. En esta operación ocurre un exquisita disección del capitalismo, mostrado como un sistema que se vende bajo el barniz de un idealizado bienestar que pocos logran disfrutar. El título del film se refiere precisamente a esta ironía. En esta pequeña joya del documental, la realidad que creímos conocer se nos presenta en un humor tan colorido como transgresor y se desnuda hasta mostrarnos su dimensión más horrorosa.
Amor salvaje de Ulreich Seidle (1996)
El desvergonzado cineasta Ulreich Seidl nos presenta un excéntrico catálogo de humanos y sus bestias. La frialdad del abordaje del realizador austríaco se devela en los mismos encuadres fijos con los que retrata las diferentes relaciones entre los hombres y las mascotas, siendo principalmente el perro un animal de particular devoción entre los protagonistas. Entre lo grotesco y lo sátiro, el film escarba en el roce cotidiano entre estas dos especies, develando cierta co dependencia y hasta veneración religiosa, sino sexual, de algunos dueños con sus animales domesticados. Se trata de un muestreo visto con microscopio sobre una de las relaciones carnales más milenarias y que discursa sobre nuestra inherente bestialidad, una forma de acicalamiento proyectado que el film sabe capturar en el humor más perturbador.
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